viernes, 20 de abril de 2012

E.I. LAS REDES SOCIALES Y LOS MENORES. VERÓNICA DÁVILA MULERO



En la actualidad vivimos en una sociedad que día a día va experimentando grandes cambios, éstos se suceden velozmente y sin tiempo para asimilarlos. Muchos de esos cambios son debidos al gran exceso de información que disponemos, información que nos viene de infinitas fuentes. Una de estas principales fuentes es internet, y con ello, las redes sociales. Es sabido por todos que esto ha supuesto una revolución en los últimos años.
Un sector de la población que está inmerso en dichas redes, son los menores. Cada día aumenta en mayor proporción el porcentaje de menores registrados en redes sociales, como Tuenti o Facebook. Existe una creciente preocupación tanto entre los padres como entre las administraciones públicas acerca de los riesgos de las redes sociales para los menores internautas. A finales de 2009 se daba a conocer un dato alarmante:
El 42% de los niños europeos de seis años está en alguna red social, pese a tener prohibida la entrada a menores de 14 años, según los datos del Eurobarómetro.
¿Cómo es posible que un niño/a de 6 años esté registrado en alguna red social?
Creo que mucho que ver tienen las familias, puesto que cada vez más, a una edad más temprana, se les proporcionan recursos que se consideran “normales” para su edad (móvil, ordenador, I-pad…), pero que su uso no es el adecuado.
 Una red social puede ser muy positiva, cuando el uso que se desempeñe sea educativo o beneficioso para el aprendizaje o desarrollo de los niños/as, pero en infinidad de ocasiones esto no es así. Para empezar, muchos padres proporcionan un ordenador propio a su hijo/a para que se acomode en su habitación y poder así “concentrarse” mejor en sus actividades. Esto lo único que conlleva es a que los niños tengan más independencia en el uso de Internet, pudiendo a su vez navegar por cualquier red social sin control alguno por parte del adulto. No ocurriría lo mismo si el ordenador estuviera en una zona común de la casa, ya que el niño/a tendría en cuenta la presencia de sus familiares.
En relación con lo anterior, creo conveniente hablar de algunas estrategias que se pueden desempeñar, desde el ámbito escolar, para mejorar el uso de las redes sociales. Como futuras docentes debemos ser conscientes de que la utilización de las redes sociales puede servirnos de gran ayuda con los alumnos, puesto que a través de éstas se puede obtener una mayor implicación y motivación por parte de ellos. Un ejemplo podría ser crear un tema de interés y debatir sobre ello en grupo,  fomentando así la cooperación y el intercambio de ideas y opiniones entre todos.
Los alumnos han de conocer que aspectos negativos tienen también las redes sociales. No se trata de ofrecerles una lista con todas aquellas cosas que no deben hacer, más bien ejemplificarles y hacerles vivenciar que peligros se pueden encontrar en ellas, como por ejemplo, mostrarles el perfil de uno de los alumnos con normalidad, viendo sus fotos, comentarios, y haciéndoles saber que cualquier persona puede acceder a la información que tiene. Es por ello, que la privacidad en las redes es vital, y ese es un punto que se debe tratar con detenimiento.
Para finalizar, me gustaría destacar que las redes sociales no tienen la culpa de los problemas que puedan surgir con los menores a raíz de éstas. Los problemas aparecen cuando no se realiza un uso adecuado de las mismas. La responsabilidad es de todos, y por tanto es necesario ser conscientes de que las Tic son simplemente un medio, no un fin en si mismas.

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